jueves, 28 de mayo de 2015

NUNCA PIERDAS LA ESPERANZA!!


Cuantas circunstancias tan personales me han llevado a reflexionar sobre el dolor, en todos sus sentidos, pero especialmente esos dolores del alma, tan propios y ajenos .
Creo que nadie ha podido escapar de algún momento del dolor: una perdida, una ruptura, un amigo/a que se va, una
persona que ya no está, no haber logrado algo... y la lista se crece y crece. La pregunta inevitable para muchos de nosotros es donde esta Dios en todo esto. Muchas veces nos sentimos en el "valle del dolor", en una oscuridad intensa en una como la que habla san juan de la cruz: la noche oscura! donde todo de a poco desaparece, donde empezamos a tropezar, a cometer errores, a desesperar, a perder aquello que queremos, que amamos. Todo es una tragedia, no hay salida... ¿qué sentido tiene? ¿Hacia dónde vamos?. Cuanta gente, cuantos a nuestro alrededor tuyo (o vos mismo) Aunque no es la primera vez, la pregunta de qué hacer ante ello se me hace obligada. A veces puedes ayudar, otras no tanto, a veces ni puedes. Pero siempre se puede hacer lo mejor: "orar y encontrarte a solas con DIOS en una sola intimidad". Siempre hay una luz, siempre hay esperanza. Personalmente he vivido varios momentos de oscuridad, donde me he preguntado por qué. Como todos, nos peleamos con Dios buscando una respuesta. Pero a medida que pasa el tiempo, me doy cuenta que cada herida se transforma en algo que muy pocas veces entendemos, pero que por ejemplo, el apóstol Pablo entendió muy bien cuando dice: "...porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios Cap. 12 - Lean todo el capítulo). En esa debilidad esta Dios, en esa soledad esta Dios, en esa noche que terminará en el amanecer, esta Dios. Sin duda, cada cosa que vale la pena exige un sacrifico, una cruz, como el mismo Jesús supo, Que si no pasaba por el calvario, no podría salvarnos. Fue necesario, ¡pero miren!, resucitó, está vivo. Esa esperanza de resurrección es la misma que deberíamos tener nosotros, esa es nuestra Fe. Pasamos por el dolor porque allí descubrimos que necesitamos de Dios. El Apóstol Pablo ante la necesidad sintió que sin Dios no era nada. Nosotros igualmente, pasamos por la prueba para darnos cuenta que el Padre es el único que puede sacarnos de ahí. Es un viaje, es un camino... un camino que a veces nos llevará por el "valle del dolor", difícil, pero necesario. Necesario porque sin conocer el dolor no podríamos saber que es la gracia, que es la felicidad, que es la alegría, que es la sonrisa aquella que brilla porque brota de dentro muy dentro. Solo entonces podremos entender el dolor del otro, podremos ser testimonio de que hay esperanza, podremos acompañar al otro en su viaje, seremos esperanza para el otro, "que ya no es otro, sino que ahora es prójimo". Que maravilloso que eso sea así, que esa experiencia que parece sin sentido termine siendo esperanza para tanta gente que va a pasar por tu vida. Por eso ánimo, hay gente que te quiere, que esta con vos, gente que te necesita y va a necesitarte, para que Dios llegue a sus vidas. "Valle del dolor! Lo cruzas y te sientas a mirarlo en el quieto atalaya de la Compasión... ¡Canta desde ahí! Tu canto orientará y dará esperanza a los que hoy atraviesan el valle del dolor..."recuerda al ir iban llorando al volver vuelven cantado trayendo sus gavillas. No estás sola(o) te lo dice una amiga que ha experimentado la prueba del dolor una y otra vez, no te des por vencida, La Blanca paloma como he aprendido a llamarle será tu confidente y te acompañara y Él nunca te dejara tu eres su locura y su pasión .

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